La fuente se llama Barcaccia por la peculiaridad de su forma derivada de los barcos típicos que subieron por el Tíber. La Barcaccia es la primera fuente del Acueducto Virgen, la única que ha permanecido en uso continuo hasta la edad moderna, y debe su posición subterránea al hecho de que el ducto reclama agua a muy baja altitud. Fue construido en 1628-29 para el Papa Urbano VII Barberini. Las obras fueron dirigidas por el escultor Pietro Bernini.
La degradación que afecta a la fuente de Barcaccia ha llevado al Ayuntamiento de Roma a incluir la restauración como parte del proyecto “Circuito Fontane di Roma”.
La restauración completa de la fuente afectará tanto a las partes escultóricas como a los tanques de esta, además del suelo circundante, todo ello gracias al patrocinio de Urban Vision.
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